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La Braseria

Excelencia de comida. Fui con mucha expectativa debido a que tiene un nombre bastante reconocido. Y así fue, no me desilusiono. 

Al comienzo crei que no iba a pasarla muy bien, debido a que el lugar es muy chico y al no tener reserva tuvimos que esperar bastante hasta que nos den una mesa. Asi que si llegan a ir, ya saben, vayan con reserva. 

Fuimos 3, pedimos un asado, un bife, provoleta y papas fritas. Por primera vez, luego de bastantes parrillas visitas, me preguntaron cómo quería la carne. Bien cocida conteste. 
La espera fue infinita y bastante irritable, pero entendible por la cantidad de gente que había. 
Hablemos de la carne: el asado era súper tierno, y el vacío era de sos que no necesitas chuchillo para córtalo. Un mangar por donde lo veas. Las papas fritas y la provoleta estaban bien también, pero se quedaron con el 2do lugar. 


La comida como dije antes, excelencia. Pero el trato... dejo mucho que desear. Los mozos tenían poca paciencia, y te apuraban el comer debido a que tenían mucha espera. Y lo que uno menos quiere es que lo apuren cuando esta disfrutando de la comida y de ese momento en familia. Incluso me miraban mientras comía con mala gana y al terminar el plato, rápidamente venían a buscarlo, casi invitándote a que pagues y te vayas.

Sin duda lo mejor que tiene este restaurante son los postres, son INFALTABLES. Nos pedimos un galleta de oreo GIGANTE con chocolate derretido que estaba exquisita, eso si, son para compartir. La chocotorta y el brownie son un locura también.

Todo buen sabor tiene su precio y debo decir que en este restaurante “te rompen la cabeza”. La comida pedida + 3 aguas + un postre: $2100. 

No quiero dejar de remarcar que sin duda deberían mejorar la atención que brindan, debido a que cuando uno va a comer no solo espera una buena comida sino que también una buena atención. Y es por ese motivo que este restaurante no se va a llevar las 5 estrellas más allá de que el sabor de la carne lo merezca.
  
En definitivo, la braseria se lleva: ⭐️⭐️⭐️⭐️

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