Fui con mucha expectativa debido a que en el 2018 ocupo el 5to puesto como mejor parrilla de capital. Y por suerte no me lleve ninguna desilusión. Me encanto que sea un restaurante bien de barrio, tranquilo, familiar y con gente muy amable a su cargo.
A penas llegamos, vino el mozo a darnos la bienvenida con dos empanadas de carne frita en la mano que no solo estaban ricas, sino que estaban espectaculares. Después de esa cálida y saboreara bienvenida presentía que seguramente este restaurante no me fallaría.
A penas llegamos, vino el mozo a darnos la bienvenida con dos empanadas de carne frita en la mano que no solo estaban ricas, sino que estaban espectaculares. Después de esa cálida y saboreara bienvenida presentía que seguramente este restaurante no me fallaría.
Éramos dos, pedimos una parrillada para dos personas que venía con 5 cortes de carne + ensalada + papas fritas. El plato era súper abundante, incluso no pudimos terminarlo y nos llevamos el resto para casa.
De carne vino asado, bife de chorizo y vacío, estás se encontraban con un muy rico sabor, súper blandas y gustosas, pero para mi gusto le faltaba un poco más de cocción. Y hablado de eso, es lo único negativo que le resaltó. En este restaurante tampoco me preguntaron de qué manera quería la carne (tierna, jugosa, cocida, etc)
La ensalada que acompaño la carne estaba riquísima y pero las papas fueron la que se llevaron el primer puesto.
El Boliche de Nico es sencillo, pero glorioso en el sabor y la abundancia. Propone platos especiales pensados para cada día de la semana y mesas largas, con muchos comensales para bandejas rebosantes de piezas.
A parte de la parrillada para 2, pedimos una Pepsi de litro para compartir. Todo nos salió $964, hasta ahora fue el lugar más barato. El restaurante promete relación precio y calidad y debo decir que es justo lo que brindan, comida riquísima a un precio que vale.
En definitiva el boliche de Nico se lleva: ⭐️⭐️⭐️⭐️
Queremos ver fotos de la experiencia!
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