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Historia del asado argentino

Los argentinos se han caracterizado por la calidad de sus carnes y la calidad en la preparación de las mismas. La  parrilla argentina  por su parte es un plato con reconocimiento internacional, su sabor trasciende las fronteras y se convierte en un icono de la gastronomía.  El origen gastronómico de este plato, radica en los tiempos en los cuales existían los gauchos en las pampas argentinas. Los gauchos eran los nómadas que recorrían el lugar con un vestuario característico, pantalones anchos, camisas blancas y botas. Cuando los gauchos se encontraban recorriendo los caminos, cazaban las vacas que se encontraban libres y las asaban para su supervivencia, alimento necesario para la vida de cazador y recolector, siendo este el inicio de los asados, sin saberlo. El arte de los gauchos radicaba en la colocación de los palos en el suelo y la habilidad para encenderlos y comenzar la cocción. En la evolución de los tiempos finalmente se sustituyeron los palos por las parrillas
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La Braseria

Excelencia de comida. Fui con mucha expectativa debido a que tiene un nombre bastante reconocido. Y así fue, no me desilusiono.  Al comienzo crei que no iba a pasarla muy bien, debido a que el lugar es muy chico y al no tener reserva tuvimos que esperar bastante hasta que nos den una mesa. Asi que si llegan a ir, ya saben, vayan con reserva.  Fuimos 3, pedimos un asado, un bife, provoleta y papas fritas. Por primera vez, luego de bastantes parrillas visitas, me preguntaron cómo quería la carne. Bien cocida conteste.  La espera fue infinita y bastante irritable, pero entendible por la cantidad de gente que había.  Hablemos de la carne: el asado era súper tierno, y el vacío era de sos que no necesitas chuchillo para córtalo. Un mangar por donde lo veas. Las papas fritas y la provoleta estaban bien también, pero se quedaron con el 2do lugar.  La comida como dije antes, excelencia. Pero el trato... dejo mucho que desear. Los mozos tenían poca paciencia, y te apuraban el

La Porteña

Espectacular en cualquier sentido, fui 3 veces y siempre salí contenta y con la panza bien llena. A penas entras te reciben preguntándote el nombre para esperar la mesa, generalmente tenes que aguardar pero sin embargo nunca es mucho. No más de 20 minutos.  Se especializan en asado que es una locura, esta se caracteriza por una carne sabrosa y tierna. De todas las veces que fui, NUNCA me tocó un pedazo duro. El vació, la entraña, el lomo y el bife no se quedan atrás, también tienen un sabor que genera un festival en tu boca. La guarnición puede ser papas fritas o ensalada. Recomiendo que prueben las ensaladas ya que el restaurante cuenta con un salad bar que tiene una gran variedad de hojas verdes y verduras para que vos mismo te puedas armar tu ensalada. Pero la fiesta de sabores no termina ahí, también continua en el postre. Son conocidos por sus flanes con dulce de leche y por sus panqueques con helado de crema. No solo son ricos si no también son bastantes grandes y

El Boliche de Nico

Fui con mucha expectativa debido a que en el 2018 ocupo el 5to puesto como mejor parrilla de capital. Y por suerte no me lleve ninguna desilusión.  Me  encanto que sea un restaurante bien de barrio, tranquilo, familiar y con gente muy amable a su cargo.  A penas llegamos, vino el mozo a darnos la bienvenida con dos empanadas de carne frita en la mano que no solo estaban ricas, sino que estaban espectaculares. Después de esa cálida y saboreara bienvenida presentía que seguramente este restaurante no me fallaría. Éramos dos, pedimos una parrillada para dos personas que venía con 5 cortes de carne + ensalada + papas fritas. El plato era súper abundante, incluso no pudimos terminarlo y nos llevamos el resto para casa.  De carne vino asado, bife de chorizo y vacío, estás se encontraban con un muy rico sabor, súper blandas y gustosas, pero para mi gusto le faltaba un poco más de cocción. Y hablado de eso, es lo único negativo que le resaltó. En este restaurante tampoco me preguntaro

La Quadra Parrilla

A penas cruzas la puerta se siente el ambiente familiar, un lugar agradable para pasar seguramente un buen rato. La mesera de inmediato y muy amistosamente nos ubicó en una mesa. No estábamos solos en el restaurante, por ser un día de semana estaba bastante concurrido lo cual eso me generaba mucha expectativa.  Pero, sin embargo la comida dejó mucho por desear.  Éramos dos, pedimos un mix de carnes para dos personas. Este venía con asado, entraña, vacío, matambrito y papas fritas de guarnición. En cuestiones de cantidad, vino bastante pero en sabor no fue nada positivo. Primero me sorprendió que no me hayan preguntado cómo quería la carne, si a punto, cocida, jugosa, etc cosa que en cualquier buena parrilla preguntan.  A simple vista la carne tenía pinta pero al probarla me llevé una gran decepción, estaba dura. Todo estaba duro, casi inmasticable. No parecía una carne recién sacada de la parrilla sino una recalentada. Lo único que estaba realmente rico y con buen sabor fue e